domingo, 5 de octubre de 2008

Yo, de buenas

Estoy tan acostumbrado a escribir desde el otro lado de la raya que cuando estoy a este, al bueno, en el que no se sufre y si actúas todo es más fácil y bonito, pierdo el impulso de escribir.

Que contaros. Que me siento bien, seguro. Lo estoy haciendo bien. Ahora os lo puedo certificar 100%. En un punto me di cuenta de que por un lado estaba hasta el gorro de deprimirme y por otro de que no me lo podía permitir más. Y la verdad es que me ha funcionado. No me deprimo, y cuando algún atisbo me penetra lo afronto y aparto de mi. Así llevo 2 semanas. Y hay muchas cosas que han mejorado y muchos asuntos que estoy clarificando.

Desde aquí es sencillo. Recuerdo ahora muchas horas de conversación con Jaime donde me transmitía que cuando estás ahí, en el hombre grande, resuelves fácil porque lo tienes claro, porque lo haces desde arriba. Lo intuía y me resultaba difícil de comprender porque me sentía pequeñito. Ya no es así. Ahora me siento grande (todavía me voy a  hacer mucho MÁS grande, pero es un buen punto de partida).

Ya no me siento una mierda sin capacidad de resolver ni una sola vez más. Ahora soy un hombre con sus capacidades resolutivas activas, en desarrollo. Y ahí esta la clave. Ya no me deprimo porque se que puedo resolver, aunque algunas cosas me resulten difíciles por falta de práctica No importa, es solo práctica.

Estoy contento. Os lo transmito. Y orgulloso. El trabajo está fructificando. Me la llevo jugando mucho tiempo y siempre llega el tiempo de recoger.

Y os quiero. A todos los que me queréis y amáis de verdad. Os necesito y sois importantes para mi. Besos

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