Bichos raros

Ya quedareis pocos por ver este fantástico corto. De todas formas y como nunca se sabe os lo cuelgo aquí.

Merece mucho la pena. Está rebien, como dicen todos esos argentinos que invaden la red con sus comentarios.

¿Donde están mis amigos?

En esta época que estoy viviendo, que a veces no me parece real. Pero que lo es y mucho.

En esta época me pasa que me pregunto donde están mis amigos. Y no me lo pregunto porque hayan desaparecido. No, que va, para nada. Ellos siguen ahí. Soy sin duda afortunado.

Es, sin embargo, que en este cambio tan brutal la vida hace que de repente me sienta lejos de todo. Al haberse dado la vuelta tantas cosas. Al tener una nueva vida, muchas veces me pregunto ¿Donde están?.

Y es algo mío. No tiene que ver con ellos. La vivencia es mía. Intima y personal. El hecho es que me pasa. Es real y está ahí. Simplemente es reflejo de un cambio.

Gracias a Dios, como digo, ellos realmente siguen ahí.

En el Retiro

Últimamente he cambiado la Casa de Campo por el Retiro, proximidades mandan. Así que hoy me toca darle las gracias al Retiro. Ya lo conocía, porque a lo largo de los años he pasado muchas veces por él. Incluso hubo una época, algo así como 15 años atrás, en la que era una especie de centro de operaciones desde la que partían muchas actividades y planes.

En estos últimos meses en que he ido estrechando relación con él he aprendido lo gustoso que es. En mi actual situación, donde yo marco mi horario, puedo vistarlo en horas de poco trasiego, y es un verdadero placer. Paseo en bici por sus caminos y escucho los pájaros. La gente, en cuanto el tiempo lo permite, está tumbada en el césped leyendo, charlando, dando y recibiendo amor, tomando el sol. Yo también lo hago. Y me encanta.

Todos los días voy a correr allí.

Además hay una zona preferida por mi en los recorridos en bicicleta, pausadamente, lo más lento y tranquilo que puedo. Esta zona es la más frondosa del Retiro. Recorre por el interior del parque todo el lateral de Alfonso XII. Es oscura por la frondosidad, y hay varios pisos de vegetación. Es tranquila. La gente se sienta en bancos a la sombra, y a veces, claro, van los que no quieren ser vistos, pero esa es otra historia. En esta historia es un placer para mí. Os la recomiendo cualquier mañana entre semana.

Hace casi 24 horas que estoy despierto

Y me lo estoy pasando bien. Ahora mismo siento el cansancio y me siento bien. El día completo. Y me lo he pasado bien. Ummm¡¡ Da gusto.

A las 5 de la mañana me he levantado para coger un AVE a Barcelona. Al llegar allí camino a Badalona y trabajando hasta las 16 horas con un forofo del Barça, que como entendereis estaba de buen día. Así que nos ha invitado a comer bien. Todo muy catalán por supuesto. y muy bueno. Después de vuelta a Madrid, a gusto porque voy en preferente. Me dan de merendar, un agüita con gas, infusión, más espacio, puedo enchufar el ordenador y dejar enfilado el trabajo mientras escucho música. A gusto.

Llego a Madrid con sol (no es banal porque en Barcelona llovía) y aprovecho las últimas luces para irme al Retiro a correr. Me relaja. Desde ese momento es inevitable que me sienta a gusto el resto de la noche. Me ducho y salgo a tomar algo con una amiga. Me lo paso muy bien, y ahora de vuelta en casa disfruto de este momento antes de meterme en la cama.

Me doy gusto a mi mismo. Hay momentos así en la vida que son una delicia.

Y hace casi 24 horas que estoy despierto. Y me resbala o me la pela, como querais. Porque disfruto, y me lo paso bien.

Que bien.

Fico Assím sem Voce

Y además es verdad.

A estas horas

A estas horas los párpados me pesan sobre los ojos. Irremisiblemente se me cierran. Y yo sigo aquí delante del ordenador pegado a mis blogs, a mis escritos.

A estas horas me pregunto lo que soy y porque estoy aquí y ahora. A estas horas mañana está lejos. Sin embargo, ya a la vuelta de la esquina me anuncia que tendré sueño.

Mañana madrugo. Para un montón de cosas.

Y hoy, a estas horas, estoy aquí. También para un montón de cosas.

PD: soy afortunado, tengo dos montones de cosas

Antonio Vega

Esta mañana me he ido al Retiro a correr. Corro con la radio en mis orejas, con Radio 3 hoy. Ya en la bici de vuelta a casa empieza un nuevo programa (180 grados) con La Chica de Ayer. La disfruto y a la vez pienso que es raro que la pongan a estas horas en Radio 3. Y según acaba la canción dan la noticia. Ha muerto Antonio Vega.

De una dolencia pulmonar según parece. Ha muerto de pena¡¡¡. Es una desgracia que las personas no sepamos manejar nuestra propia sensibilidad y nos destruyamos de esta manera tan espantosa.

Sin embargo, esa sensibilidad trascendente que este hombre poseía queda entre nosotros en sus canciones. Y como muestra ésta que me estremece siempre:




Lucha de gigantes
convierte,
el aire en gas natural
un duelo salvaje
advierte,
lo cerca que ando de entrar
En un mundo descomunal
siento mi fragilidad.

Vaya pesadilla
corriendo,
con una bestia detrás
dime que es mentira todo,
un sueño tonto y no mas
Me da miedo la enormidad
donde nadie oye mi voz.

Deja de engañar
no quieras ocultar
que has pasado sin tropezar
monstruo de papel
no se contra quién voy
o es que acaso hay alguien más aquí?

Creo en los fantasmas terribles
de algún extraño lugar
y en mis tonterias
para hacer tu risa estallar

En un mundo descomunal
siento tu fragilidad.

Deja de engañar
no quieras ocultar
que has pasado sin tropezar
monstruo de papel
no se contra quién voy
o es que acaso hay alguien más aquíi?

Deja que pasemos sin miedo.