Después de dos semanas horrorosas de mucho sufrimiento a causa de gente que no quiere aprovechar las oportunidades que les planteo para curarse (Me tienen hasta...¡¡¡, y también me tengo hasta...¡¡¡ por tanto de sufrir; y además tengo a mi mujer hasta...¡¡¡ también por tanto de sufrir y de sufrir), el domingo recurrí a un amigo (SERGIO) para salir del hoyo.
Me acogió y ayudó a salir de allí, 1ª suerte, y además, me ofreció su sabiduría para que me desprenda del sufrimiento, 2ª suerte. Me liberó el corazón.
Así que el lunes, ya despejadito y con los nubarrones en pleno retroceso, me encontré a primera hora de la mañana con un precioso regalo de otro amigo (DAVID). Me lo dejó en forma de comentario en este blog. Fue un regalo que curó sentimiento pasados, de hace muchos años, con una carga muy fuerte. Me sentí recompensado y querido y me llenó el corazón, 3ª suerte.
Esa misma mañana y ya en plena expansión positiva tuve una maravillosa conversación con otro amigo (JAIME) al que yo llamé para expresarle lo mucho que le quiero y lo importante que es en mi vida. Él estaba de vacaciones recién inauguradas y fue un verdadero placer. Me alimentó de amor y valoración, 4ª suerte.
Lo viví plenamente, como hacía tiempo que no vivía, y me sentí tremendamente lleno.
Cuando uno vive algo así coloca de manera natural en perspectiva lo demás y vive lo importante y pone en su justo lugar tantas cosas supuestamente importantes y que realmente no lo son tanto. Es un buen aprendizaje, para aquellos momentos en que no lo ves tan claro, o se te cruza un prejuicio, o...
AMIGOS. Os quiero. Sois importantes en mi vida.
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1 comentario:
Es un placer y una bendición tener en mi vida a un hombre como tú.
Gracias por ser exactamente como eres.
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