sábado, 8 de noviembre de 2008

Alghero, 26 de octubre

El día amanece pronto. Esta madrugada ha cambiado la hora. Cuando despierto son las 6:30 horas. Ya es de día aunque todavía no hay sol. Medito y rezo. El plan de vacaciones se va haciendo más claro.

Decido salir a correr. Disfruto de mi haciéndolo. Voy hacia la playa. Primero a la de la izquierda, con vistas a la ciudad, medio urbana. El mar esta como un plato, el agua transparente, dos pescadores en la orilla. La vida comienza en un nuevo día. Isla del Mediterráneo, mi primera Isla del Mediterráneo. Ya apunta a calor.

Cambio de sentido y me voy hacia la playa de la derecha. Agreste, natural. Vegetación y mar. El sol me calienta. Un cormorán pesca a mi lado. Disfruto. Se lo que me falta y lo echo de menos. En italiano, o eso creo yo, doy gracias a la vida, a la naturaleza, al mar, al sol, al cormorán y a mi por este precioso momento.

Ya de vuelta, en mi habitación, me ducho, cuido mi cuerpo y casi desnudo me siento en una esquina de la cama a escribir esto. El sol, maravilloso, alimenta todas las células de mi cuerpo. Me voy a desayunar.

No hay comentarios: