sábado, 22 de noviembre de 2008

Mañana del 30 de octubre, CALA GONONE

Me despierto en Cala Gonone dispuesto a partir hacia otro lugar. El mar se ha calmado, hace fresco y hay sol y nubes. Ayer pase el día con una chica italiana que conocí camino de Cala Cartoe. Se llama Silvia y es de Ravena, en la costa del Mar Adriático.

Es una italiana rubia, a medio camino de alemana, pero sin esa frialdad aparente de los alemanes. Nos pusimos a hablar en la playa y pasamos el día juntos. Después de 3 días de escaso contacto humano, estás como ávido y se facilita el establecer contacto. Ella lleva un mes en Cerdeña y se gana la vida trabajando con niños, en las escuelas en invierno y en la playa en verano. Enseña expresión corporal y manejo de emociones. Interesante.

Comimos juntos en la playa, disfrutamos del poco sol que había, yo disfrute del agua, visitamos la gruta de Spingoli y luego quedamos por la noche para tomar algo y cenar. Fue un día agradable y bonito. Le agradecí el día cuando nos despedimos por la noche.

Es curioso. Te pasas el día con una persona. Le cuentas, le preguntas, te cuenta, te pregunta y luego se acaba. Y ya está. Te despides sabiendo que no te vas a volver a ver en la vida. Una nueva experiencia para mi.

Desayuno y me marcho camino de Dorgali, para comunicarme con los que quiero por internet.

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